Eutropio Rodríguez es el encargado de la coordinación de Conversaciones con fotógrafos, un electro-shot o foro de discusión en el que profesionales y aficionados a la fotografía se encuentran con fotoperiodistas nacionales e internacionales destacados. La primera jornada ha traído a Simon Norfolk, El título y objetivo de estos encuentros están inspirados en un libro publicado en 2009.
Eutropio Rodríguez
Ana Ortega. ¿Por qué la fotografía marcó tu futuro profesional?
Eutropio Rodríguez. Empecé estudiando
fotografía, aunque ya desde pequeño me interesé mucho por la fotografía con la
cámara de mi padre que era aficionado a la fotografía. Cuando me fui a la mili
empecé a documentar lo que estaba pasando dentro del cuartel, que por aquel
entonces era algo bastante desconocido. Tras la mili entré en la escuela de
fotografía y tuve contacto con el mundo contemporáneo porque debía estudiar Arte
Contemporáneo al estar trabajando en un museo donde fotografiaba las piezas.
A.O. ¿Cómo definirías tu trabajo fotográfico?
E.R. Tengo dos vertientes. Por un lado hago
fotografía industrial, sobre todo para libros de Arte, y por el otro, fotografía documental, junto con proyectos personales
también orientados a lo documental. A mí me gusta más la fotografía documental
porque yo soy un documentalista que busca contar historias. Yo antes que fotógrafo
soy contador de historias. Cuando viajo yo nunca traigo regalos y la gente me
suele preguntar ¿qué quieres que te traiga? y yo les contesto que lo que más
valoro es una buena historia.
Ana Ortega. ¿Consideras que el fotoperiodismo está abocado a la desaparición como
sostienen numerosos fotoperiodistas y estudiosos de la comunicación?
E.R. Yo no creo que esté abocado a la desaparición
pero si considero que va a sufrir una transformación muy grande. Los medios
están dejando de utilizar a los fotoperiodistas para utilizar a las agencias de
imágenes para ilustrar. Con la crisis económica y con la crisis que vive la
fotografía, los fotoperiodistas que deseen seguir desempeñando su profesión van
a tener que vender su trabajo de otro modo, como en galerías o en libros, sin
renunciar a contar las historias.
Las historias exóticas ya no tienen por qué
hacerse a miles de kilómetros de casa. De hecho, yo conocí a un fotógrafo hace
quince años, Max Aguilera, que también es cirujano e hizo un libro llamado Sagrado Corazón, con fotografías de cirugía
cardíaca. En una conferencia Aguilera dijo que el interior de una persona es el
lugar más exótico que existe.
Serie Bestas. Imagen de Eutropio Rodríguez
A.O. Has
publicado en prestigiosas revistas internacionales como The Rolling Stones, Life, The New York Times, entre muchas otras.
¿Qué supone para un fotoperiodista ver sus fotografías en medios tan
importantes?
E.R. Pues para un fotoperiodista ver su
trabajo publicado es lo más importante que le puede pasar. Si encima esto se
produce en revistas tan célebres como estas que mencionas ya es incomparable.
Todavía sigo teniendo una gran presencia en estos medios y he de decir que son
totalmente diferentes a las revistas españolas. Primero porque en los medios
estadounidenses, cuando presentas el trabajo final te preguntan el valor económico
que tienen tus fotografías y te pagan al instante, mientras que en España
tienes que dar una factura y esperar mucho tiempo a la remuneración.
Además, en otros países tú realizas un
trabajo en el previamente te has documentado, sabes qué vas a fotografiar y
tienes la oportunidad de leer el texto que contextualizarán tus fotografías.
También haces un trabajo completo, no una única fotografía como te piden en los
medios nacionales, que tampoco sabes con qué fin lo haces porque no has podido
informarte previamente.
A.O. Bestas es un proyecto personal que documenta las peleas de caballos en
Galicia, tu tierra natal. En esas imágenes se puede percibir la fuerza de los
caballos y del hombre ¿Esta obra propone superponer una bestia a la otra o son
fuerzas equitativas?
E.R. Yo considero que más que un trabajo
documental es una autobiografía, un reflejo de mí mismo, en el que se
representan mis miedos, que son los caballos, la irrealidad y el subconsciente,
y por otro lado, la razón, representada por el hombre. Estoy muy orgulloso de
este trabajo personal, que se convirtió en exposición hace dos años como
trabajo colectivo de fotógrafos que utilizaban como leimotiv principal los
animales. Dentro de poco también volveremos a hacer una exposición de Bestas
porque ha gustado mucho al público.
Serie Bestas. Fotografía de Eutropio Rodríguez.
A.O. Te
graduaste en el InternationalCenter of Photography, uno de los centros de fotografía más
prestigiosos del mundo que aúnan escuela, investigación y museo. ¿Qué supuso esa experiencia académica para tu formación como
fotógrafo?
E.R. Pues esta experiencia académica fue muy
importante, decisiva para el fotógrafo en el que me he convertido hoy, ya que
allí aprendí mucho, no sólo sobre fotografía formal, sino también sobre cosas
de la vida. También hay que tener en cuenta que Nueva York es una ciudad
preciosa fotográficamente. En la actualidad sigo teniendo contacto con el
centro y voy cada poco tiempo para exponer y dar clases. El primer curso que di
allí fue en 2001 sobre fotografía en blanco y negro, revelado, negativos… y muy
posiblemente para primavera o principios de verano vuelva allí para impartir el
mismo curso. Allí guardo muchos recuerdos y mis ex compañeros, que son grandes
fotógrafos, siguen allí.
A.O. Eres
socio fundador de la agencia de fotografía BlankPaper,
un centro que combina la formación de alumnos
vía online o asistencia presencial con la difusión cultural de la
fotografía. ¿Cómo surgió esta agencia y qué papel cumples en ella?
E.U. Pues ahora no cumplo ninguna función porque
he quedado desvinculado de BlankPaper, ya que su sede está en Madrid y me era
imposible tener contacto asiduo con ella. Cuando me aparté de ella fue cuando
la agencia tuvo su momento de explosión y todavía lo sigue teniendo. La agencia
surgió en 2003 como primer colectivo de siete fotógrafos en España que exponíamos
nuestras fotografías y en 2006 surgió la escuela para dar cabida a nuevos fotógrafos
que compartieran nuestra pasión por este mundo.
A.O. ¿La
fotografía de guerra puede cambiar la realidad y concienciar a quienes la ven?
E.R. Sí, creo que sí, que la fotografía de
guerra puede transformar la realidad, pero ha habido tal explosión de ellas que
ahora estamos vacunados ante tanta imagen, por lo que han perdido parte de su
efectividad.
Fuentes: Eutropio Rodríguez, página personal del fotógrafo, libro Conversaciones con fotógrafos, Blank Paper, Lavozdegalicia.es,
No hay comentarios:
Publicar un comentario