Ana
Ortega: ¿Cuándo decidiste que el
fotoperiodismo se convertiría en tu profesión laboral y personal?
Ricardo
García: La decisión personal es anterior a la laboral ya que incluso ahora es
realmente difícil vivir solamente de esto. En cualquier caso fue justo después
de terminar la carrera de Fotografía y
Multimedia en la Universidad Politécnica de Cataluña.
Ricardo García Vilanova
A.O. Trabajas desde el frontline, es decir, la primera línea de fuego en la que todo está
sujeto al azar y a la rapidez de movimientos. ¿Cómo consigues que tus imágenes
capten esa instantaneidad y, a la vez, parezcan que han sido tomadas con
tranquilidad, en buena posición, con un trípode?
R.G. Veo
situaciones potenciales en las que se puede dar una buena imagen (que a mi entender
es la que aporta información, no te deja indiferente y tiene una buena lectura
compositiva) y me anticipo a éstas. La filosofía sería una mezcla de lo que
decía Cartier Bresson del “momento decisivo” mezclado con lo de Robert Capa de
que “si tus fotos no son suficientemente buenas es porque no estabas lo
suficientemente cerca “.
A.O. ¿Cuál es la preparación y concienciación
que ha de tener un fotoperiodista especializado en conflictos para fotografiar
los momentos de mayor ira y dolor del hombre?
R.G. No
creo que haya una especial preparación o concienciación, simplemente todos
tenemos la capacidad para hacer cosas o determinados oficios que otros no son
capaces de hacer, si lo descubres y eso además coincide con tu vocación,
entonces el binomio es perfecto.
Conflicto sirio. Fotografía de Ricardo García Vilanova.
A.O. ¿Cómo consigues que las personas a las que
vas a fotografiar, especialmente a aquellas que han perdido a sus familiares en
ese preciso instante, no te vean como un atacante y sepan que pretendes ser su
voz?
R.G. En nuestro caso para este tipo de trabajo yo diría
que es imprescindible una mezcla de
humanidad, empatía y humildad. Los códigos de conducta sociales en una guerra
no tienen nada que ver con los que usas en otro tipo de situaciones. Hay gente
que entiende que si hay un fotógrafo que registre lo que sucede eso quizás
puede ayudar a cambiar algo, pero también hay otros que no lo ven así. En cualquier
caso tú siempre tienes que respetar su decisión.
A.O. ¿Consideras que llegará un día en el que se
ponga punto final a las guerras y los fotoperiodistas de conflictos tengan que
restructurar su trabajo?
R.G. Lamentablemente,
no.
A.O. Además de trabajar en la fotografía,
también trabajas como “video periodista”. Uno de esos documentales en los se
muestra el lado más humano de la guerra y no sólo el cruel y sangriento es Misrata, Vencer o Morir, junto con Alberto Arce. ¿Qué realidad se pretende reflejar
en este documental?
R.G. Básicamente
trata la situación de la población civil bajo una ciudad asediada, entendiendo
como tal también, además de los niños, mujeres y ancianos, a los propios
combatientes, ya que antes eran simples civiles.
Cólera en Haití. Fotografía de Ricardo García Vilanova.
A.O. ¿Cómo se le dice a una madre, unos hijos,
una esposa, que te marchas a un país de conflictos y que no sabes cuándo podrás
llamar o volver?
R.G.
La gente tiende a imaginar que cuando entra en un país en guerra, nada
mas bajar del avión a uno le disparan… La gran mayoría de las veces esto no es
así. La guerra no dura 24 horas al día, ni está en todas partes, sino que se concentra
en pequeñas zonas geográficas y dosis temporales. No todos los países y
guerras tienen el mismo riesgo, a pesar de estar inmersos en un conflicto.
Ahora con la tecnología actual siempre puedes tener comunicación allá
donde vayas.
Fuente: Ricardo García Vilanova, página personal del fotoperiodista, documental Misrata: Vencer o Morir, RTPA, blog El fotógrafo gafapasta
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