Sus
trabajos en los conflictos
armados son sorprendentes. Ha
estado en Kosovo, Bosnia,
América Latina, ha
cubierto la Guerra del Golfo y
la desfragmentación de la antigua Yugoslavia. Actualmente se encuentra en Kabul, Afganistán, haciéndonos llegar sus impresiones personales sobre la desolación que domina todo el territorio tras la salida de las tropas estadounidenses en su blog Los desastres de la guerra, vinculado al Heraldo de Aragón.
En estos días Gervasio Sánchez está realizando el proyecto Ráfagas, una charla magistral en A Coruña para ofrecer a los oyentes información de primera mano sobre su proyecto Sarajevo, Guerra y Paz, y hacer especial hincapié en el peligro de las minas antipersona, el cinismo de los dirigentes políticos y el sufrimiento de las víctimas.
También Gervasio Sánchez, junto con Javier del Pino, realiza cada dos domingos el programa El oficio de contar en A Vivir que son dos días de la Cadena Ser. Un espacio en el que los dos periodistas denuncian abiertamente las miserias que vive el periodismo actual.
En estos días Gervasio Sánchez está realizando el proyecto Ráfagas, una charla magistral en A Coruña para ofrecer a los oyentes información de primera mano sobre su proyecto Sarajevo, Guerra y Paz, y hacer especial hincapié en el peligro de las minas antipersona, el cinismo de los dirigentes políticos y el sufrimiento de las víctimas.
También Gervasio Sánchez, junto con Javier del Pino, realiza cada dos domingos el programa El oficio de contar en A Vivir que son dos días de la Cadena Ser. Un espacio en el que los dos periodistas denuncian abiertamente las miserias que vive el periodismo actual.
Ana Ortega: ¿Por qué decidiste orientarte hacia el fotoperiodismo y, en concreto, hacia la fotografía de guerra?
Gervasio
Sánchez: Yo estudié ciencias
de la información y me
licencié en la rama de Periodismo. Acabé
la carrera sin haber
hecho ningún curso de fotografía
y tampoco lo he hecho
hasta el momento. Me aficioné
a la fotografía como medio
para mostrar lo que ocurría en
otras partes del mundo. Pienso
que la fotografía es más atractiva
que las palabras.
A.O. ¿Cómo definirías tus fotografías?
G.S.:
Siempre he intentado mostrar
la realidad de manera documental.
Me considero fotoperiodista documental
de lo que
ocurre a mi alrededor. Desde
hace algunos años he intentado contar
las cosas de otra manera.
La prensa tiene tendencia a ofrecer imágenes muy reiterativas
y muy recreativas. He
hecho fotografías para prensa
y proyectos propios a largo
plazo que profundizan en un determinado tema para que quien
lo vea se lo plantee por sus
propios medios.
A.O. Has estado en muchas guerras y has tenido oportunidad de conocer muchas personas y circunstancias variadas. ¿Qué te transmitían como persona y como fotógrafo los motivos que pasaban por tu objetivo?
G.S.:
Captaba las situaciones de
gran dolor y de impacto de las
personas que aparecen. Pero
lo más importante es que tenía que tener cuidado de no ser
un agresor más. Hay que tratar
a las víctimas con el respeto y la dignidad que se
merecen.
G.S.:
Existe una crisis generalizada en
los medios de comunicación. Obviamente
la grave situación
económica les ha afectado,
pero realmente pienso
que el problema principal radica
en su crisis de identidad. El
ciudadano ya no nos ven como los vigilantes del poder,
sino como los amigos del
poder. Hemos decidido no hacer
nuestro trabajo bajo la crítica
al poder. Más bien somos
unos “vendidos”. Hay periodistas
muy mediáticos que
les importa bien poco el periodismo.
Más bien están hay
por puro negocio, haciendo un
daño tremendo a la sociedad.
Nos tenemos que poner
todos muy serios para recuperar nuestra
credibilidad y la confianza de la
opinión pública.
A.O.: ¿Se va a solucionar esta crisis de identidad?
G.S. Me temo que no. Los periodistas no desean hablar del tema porque renuncian a la autocrítica. Las agrupaciones de prensa hablan mucho de la crisis económica pero poco de otros problemas que verdaderamente han de afrontar.
A.O.: ¿Se va a solucionar esta crisis de identidad?
G.S. Me temo que no. Los periodistas no desean hablar del tema porque renuncian a la autocrítica. Las agrupaciones de prensa hablan mucho de la crisis económica pero poco de otros problemas que verdaderamente han de afrontar.
A.O. ¿Cree que hay hipocresía en los gobiernos occidentales? Sin ir más lejos nuestro gobierno siempre hace culto y propaganda como el país instigador de paz, y por el contrario resulta que somos la 6º potencia en venta de armas.
G.S. Hoy estaba leyendo un artículo en el que decía que estábamos en el puesto treinta y tres de sesenta y seis países del mundo a nivel educativo, es decir, estamos en la cola de Europa según el informe PISA. En cambio estamos en el puesto nº. seis en venta de armas, que es en lo único que hemos crecido desde que llegó Zapatero al Gobierno, que ganó las elecciones de 2004 contra la guerra de Irak instrumentalizando la paz, cuando es el que más armas ha vendido en la transición. Hemos pasado de ser los doceavos en ventas de armas a la sexta potencia del mundo.
Sin ir más lejos de la realidad actualmente todo el mundo aplaude la muerte de Gadafi y hace cuatro años le estaban rindiendo pleitesía y haciendo negocios en Sevilla a un nivel vergonzoso y allí se encontraba el poder político, del Estado, parlamentario y económico. El problema principal es que la prensa no investiga y no critica y si lo hacen es porque el tema se pone de moda y la población opta por la pasividad.
Siempre me gusta hacer referencia a Ryszard Kapuscinski, quien decía que los periodistas debemos ser indeseables, inoportunos y certeros en nuestra impertinencia. Son cualidades periodísticas que nunca encuentro en un compañero de profesión, y aquí me pregunto, porqué ningún compañero de guerra que ha tenido la oportunidad de entrevistar a Zapatero le ha preguntado por la venta de armas.
Fotografía de Gervasio Sánchez tomada en la postguerra de Kosovo, donde se aprecia que, a pesar de las ruinas que asolan la ciudad, la amistad sigue persistiendo en los niños, que son el blanco más vulnerable en los conflictos armados pero, al mismo tiempo, los que demuestran más entereza
Imagen perteneciente a la serie Vidas Minadas y galardonada con el Premio Rey de España de Fotografía en 2009
Imagen perteneciente a la serie Vidas Minadas y galardonada con el Premio Rey de España de Fotografía en 2009
A.O. Tienes un blog titulado Los desastres de la guerra. ¿Opinas que la gente que lo sigue se está concienciando a través de tus testimonios personales gráficos y visuales de lo que pasa en otras zonas del mundo y buscan soluciones para remediarlo?
G.S.: En estos últimos meses lo tengo un poco descuidado porque estoy centrado en otros proyectos. Cuando lo creé, publiqué reportajes y artículos extensos donde retrataba las situaciones de extrema gravedad que se vivían durante los conflictos armados. Sin embargo, no lo hago para concienciar a nadie, sino porque me gusta. Después que cada uno saque sus propias conclusiones de acuerdo a su forma de pensar. Cambiar el mundo a través del periodismo es bastante difícil.
G.S.: Ha llegado a oídos de todo el mundo y he recibido comentarios de países que el discurso fue censurado. Nada más lejos de la realidad. Claro es que no gustó a ciertas personas. Estaba presente mucha gente de alta alcurnia, políticos, senadores, presidente y ministros del gobierno… En la gala hice una mención especial a Martin Luther King, pues cumplía cuarenta y ocho años del asesinato, por su lucha por los derechos en EE.UU.
Por supuesto, también lancé una crítica muy dura contra los gobiernos españoles por su complicidad en la venta de armamento destinado a los conflictos bélicos y por su falta de agallas por terminar con este mercado de la muerte. También mencioné al grupo Prisa y su amiguismo con el poder. La gente no está acostumbrada a escuchar palabras duras y contundentes, y menos en este tipo de celebraciones, pues no suelen criticar a las entidades que les otorgan premios. Se limitan a agradecer y a “hacer la pelota”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario